Si Mahoma no va a la montaña… Eso ha debido pensar el Cabildo de Fuerteventura para tratar de atraer nuevamente a los turistas británicos a la isla. Y es que es cierto que la llegada de viajeros ingleses a está disminuyendo desde principio de año, con una caída que ya se sitúa en el 6% según datos hechos públicos por el Cabildo.
La clave es volver a captar a este público. Pero no será tarea fácil, puesto que el británico es un mercado que también está siendo duramente azotado por la crisis, como todos, y la devaluación de la libra frente al euro es uno de los signos más llamativos. Desde la isla canaria han pensado que lo mejor es ir directamente a vender el destino a Londres, epicentro de modas y tendencias, y aprovechar el contacto directo con la gente. Mercadillos como Portobello Road, Candem Market y Borough Market son más que conocidos en la capital británica, tanto por propios como por ajenos, y suelen reunir diariamente a miles de personas; de ahí que hayan sido los lugares elegidos por el Cabildo de Fuerteventura para promocionar la isla entre los potenciales turistas.
Sin duda, se trata de una promoción realizada bajos los parámetros de la vieja usanza: nada de publicidad subliminal, ni newsletters o correos electrónicos, que bien podrían acabar en la papelera; no están los tiempos como para dejarnos convencer tan fácilmente. Ahora lo que se lleva, otra vez, es la venta directa, con agente turístico, azafatas y trajes típicos. Está claro que las técnicas tradicionales nunca fallan.